Planificatuestrategia

¡Planifica lo inesperado!

En la mente de cualquier estratega está siempre el calendario a medio y largo plazo con el que cumplir los objetivos marcados, ya sea para el mes, el trimestre o el año. Y los que nos dedicamos a la comunicación somos, en general, estrategas empedernidos, así que ahí estamos, con nuestro bloc de notas (mental, virtual o en papel) siempre a mano para que no se nos escape nada: junio es el mes en el que empieza el verano, en el que se encuentra el día más largo del año (o la noche más corta), en el que se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente o del Donante de Sangre, la feria del libro más importante de España… mil previsiones con las que adaptar nuestros contenidos a la actualidad… y de repente ¡zas! Elecciones Generales. A los periodistas ya no les interesan ni el Medio Ambiente, ni la donación de sangre, ni los libros, ni el verano ni nada más que las encuestas sobre el próximo Gobierno (bueno, seguro que a ellos sí, pero a sus jefes no).

De repente, toda nuestra planificación estratégica elaborada durante meses, adaptada a las necesidades de la filial europea, consensuada con todos los equipos relevantes dentro compañía y aprobada por la sede central de la empresa en Kentucky se va al traste porque a la sociedad “sólo” le interesan otros temas y los periodistas están para informar sobre lo que el público quiere.

¿Qué hacemos entonces? Pues adaptarnos a la realidad. Si nuestra empresa se dedica a vender bañadores y para nosotros era fundamental celebrar el inicio del verano, contémoslo, la gente estará interesada en el nuevo Gobierno pero también en bañarse en la playa. Si somos especialistas en Medio Ambiente, contrastemos las iniciativas de los partidos en ese asunto y contémoslas. Si queremos fomentar la donación de sangre, hagámoslo, que se trata de un bien escaso y necesario y hay que contarlo.

Pero hagamos todo eso con sensatez, coherencia y honestidad. Así, habremos conseguido adaptar nuestra planificación al día a día, mantener nuestros mensajes y hacerlos convivir con los acontecimientos de última hora.

¡Aunque parezca mentira, hasta las noticias de última hora están planificadas!