Anuncios hiper personalizados e hiper ineficientes

Ya lo decía Aristóteles: “en el medio está la virtud” y aunque esta sentencia parezca algo antigua o superada, rápido nos damos cuenta de que aún no se aplica correctamente. Ni siquiera en el “innovador” mundo online. Y si no, que nos lo pregunten cada vez que navegamos por cualquier página de Internet después de haber realizado una búsqueda. Ahí están los famosos anuncios hiper personalizados… que no nos interesan en absoluto.

Una de las funciones del SEO y de las cookies, tan criticadas y controladas por diferentes reglamentos y leyes, es conseguir acercar al consumidor el contenido deseado (incluso aunque no sepa que lo estaba buscando). Es el denominado “retargeting”, que no consiste más que en impactar con publicidad a usuarios que han interactuado de alguna manera, directa o indirecta, con el producto o servicio que, a partir de ahora, les persigue.

Sin embargo, esta técnica no siempre es lo efectiva que nos gustaría. Especialmente en dos situaciones específicas: en búsquedas concretas de productos o servicios que no nos interesan en realidad y que los buscamos ya sea por curiosidad o por aburrimiento; y en búsquedas que terminan en compra.

Ya podemos estar soñando con un viaje a las Maldivas, aunque no tengamos el dinero o no esté entre nuestras prioridades en realidad o, más allá…, solo por saber lo que le han costado sus vacaciones a nuestro vecino el presuntuoso o al famoso de turno, que nos atiborraremos a anuncios de playas paradisíacas durante dos semanas en cada web que visitemos. Esto en el peor de los casos puede suponer que otros anunciantes pierdan la oportunidad de un impacto eficiente pero también puede suceder que incluso se modifique el deseo real de compra.

Por ejemplo, si miramos lo que cuesta la cafetera de moda o qué funciones tiene y después en todos los anuncios nos aparece esa misma cafetera, podemos llegar a aborrecerla y dejar de comprarla solo por lo molesto o impertinente que es la saturación de información no buscada e ir a la tienda a comprar la competencia.

Peor aún si lo que ocurre es que nos empiezan a avasallar anuncios de esa colonia sobre la que hemos preguntado en un mensaje de Whatsapp o correo electrónico a nuestra pareja… ¿vamos a creer de verdad que no nos “espían”?

Incluso el anuncio de las rebajas de El Corte Inglés de esta temporada se mofa del SEO y de cómo hasta los ascensores o la aspiradora nos “escucha”, aunque no es en absoluto algo como para reírse, ya que cada vez más inversiones publicitarias se dirigen a una herramienta que, como estamos viendo, no es tan eficiente como nos venden.

Una vez plasmada la reflexión, todas las cifras de las agencias de marketing y de estudios de mercado demuestran la efectividad del retargeting de una manera similar a la que recuerda que nadie ve programas del corazón aunque son los de mayor audiencia… así que tendremos manía persecutoria en forma de anuncio hiperpersonalizado para rato, me temo.